cuentos infantiles

Mil millones para mí…

Era sábado por fin, pero yo no podía quedarme a dormir hasta tarde como todos; la razón: tenía que ir a trabajar.

Al abrir los ojos y ver el despertador…¡Que! Era tardísimo. Me levante de la cama, me cambie de ropa y salí rápido a la calle. En el camino se encontraba una señora joven, cargando a una niñita. Cuando pasé junto a ella, me pidió que le comprara un boleto de lotería y yo respondí que no tenía dinero. La verdad solo traía para mi taxi, porque ya era muy tarde. Me alcanzo y me explicó que necesitaba venderlo, porque no tenía dinero para regresarse a su casa. Lo medite un poco y accedí a darle veinte pesos.
Muy agradecida me entregó el boleto y un periódico. Me dijo que me daría mucha suerte, pero que supiera utilizar lo que iba a recibir.
Por pura curiosad, a la mañana siguiente revisé el periódico que me había dado para ver los resultados de la lotería y cúal fue mi sorpresa al ver que mi boleto había sido premiado. Era imposible, yo nunca me había ganado nada y mucho menos dinero. Corrí a darle la noticia a toda mi familia y entonces me puse a pensar en todas las cosas que haría con semejante cantidad.

Una linda casa en la playa seria perfecto; viajes por todo el mundo; autos para ir a donde yo quiera y sobre todo para no llegar tarde a trabajar. ¡Trabajar! Con tanto dinero para que iba a trabajar.
Creo que ése era el mejor de los beneficios que obtendría. Entonces, tomé el teléfono y le llamé a mi jefe, para avisarle que ya no volvería al trabajo. Después de haber hecho esto, tome mi bolso y salí muy decida a cobrar mi premio.

Al llegar al lugar, entregué el boleto y el periódico y muy segura dije: Buenas tardes, vengo a recoger mis mil millones-. La señorita que me atendió, revisó los papeles, me miro confundida y me dijo: Lo siento, chica, pero este boleto no es el ganador. Eso no podía ser posible, yo había constatado que el número coincidiera con el periódico.

Entonces se acercó mostrándome el boleto y el periódico y me dijo: Tienes razón, los dos coinciden en seriación, pero este boleto fue el ganador el año pasado y nadie reclamó el premio.
Sí, así como lo escuchan; el periódico era del año pasado y yo nunca vi la fecha. Ni modo, tantas ilusiones desvanecidas…pero, un momento…lo peor es que ya ni siquiera tengo trabajo.